Para posicionarse, muchas empresas están optando por operaciones de fusión o adquisición. Conoce esta modalidad que ofrece oportunidades a los inversionistas.
¿Qué son?
Las fusiones y adquisiciones son operaciones muy habituales en el mercado empresarial. También conocidas por su acrónimo en inglés M&A, mergers and acquisitions, se trata de dos formas de crecimiento que resultan de la participación, asociación o adquisición de una empresa o activos de empresas, a fin de ampliar un negocio actual o introducirse en uno nuevo.
Pero fusión y adquisición no son lo mismo. Las fusiones consisten en la unión de una o más empresas, lo que resulta en la aparición de una nueva compañía de mayores dimensiones. En general, se producen entre empresas del mismo sector, que buscan aumentar su capacidad de supervivencia o mejorar su rendimiento de mercado.
No existe un solo tipo de fusión empresarial. Podemos diferenciar, por un lado, la fusión pura, como la unión entre empresas para crear una nueva, distinta de las anteriores. Pero también puede darse una fusión por absorción, cuando una compañía adquiere e integra los negocios de otras sociedades, manteniendo la identidad jurídica de la adquirente.
En cambio, una adquisición consiste en la compra de una empresa por parte de otra. De este modo, la compañía que compra pasa a ser dueña, de forma parcial o completa, de la empresa adquirida. Por lo general, se persigue el objetivo de diversificar el negocio original, aumentar su tamaño o reducir las amenazas a las que se expone el sector.
¿Por qué se fusionan o adquieren las empresas?
En líneas generales, las operaciones de fusión y adquisición se efectúan para ganar dimensión y competitividad en un mercado específico, afrontando oportunidades o amenazas. Pero también podemos diferenciar entre motivos económicos y motivos de poder de mercado.
Los motivos económicos de estas operaciones suelen ser la reducción de costes, al generar sinergia empresarial, y la obtención de nuevos recursos, capacidades e incentivos fiscales. A su vez, pueden surgir del exceso de liquidez de empresas o inversores, que deciden colocar el dinero en la economía real, adquiriendo una compañía.
En algunas ocasiones, en cambio, funcionan como estrategia para ingresar en una industria con fuertes barreras de entrada. En este caso, hablamos de motivos de poder de mercado. También pertenecen a este tipo las fusiones que persiguen una reducción de la competencia en el sector, mejorando el rendimiento de una empresa frente a otras que ofrecen un servicio similar.
Tipos de adquisiciones
Las adquisiciones pueden clasificarse en distintas modalidades, según quién sea el comprador y cómo financie dicha operación. Algunos de estos tipos también son aplicables a las fusiones. Veámoslos:
Leveraged buy-out (LBO)
La financiación de la adquisición se satisface con los flujos de tesorería y los propios activos que genera la compañía adquirida.
Leveraged Employee Buy Out (LEBO)
Es la modalidad de LBO, en la que los empleados de la empresa adquieren su propiedad con ayuda de financiación externa.
Management Buy Out (MBO)
Se trata de la compra de la empresa por parte de su equipo directivo, generalmente apoyada por algún inversor financiero.
Management Buy In (MBI)
Consiste en la compra de la empresa por parte de un equipo directivo distinto al actual. Habitualmente, esta operación se da cuando los agentes externos perciben que la gestión actual será incapaz de hacer rentable el negocio.
Buy In Management Buy Out (BIMBO)
Es la combinación de MBO y MBI, es decir, la compra de la empresa por parte de directivos tanto internos como externos.
Fusiones y adquisiciones: una oportunidad para invertir
En lo que va del 2022, esta modalidad creció especialmente en América Latina. Según el último informe publicado por Transactional Track Record (TTR), la región contabilizó un total de 207 operaciones, entre anunciadas y cerradas, por un importe de 5134 millones de dólares.
Muchos gigantes del mundo tecnológico realizaron también sus movimientos en este terreno. En marzo de este año, Google anunció la segunda adquisición más grande de su historia, comprando Mandiant, la empresa de ciberseguridad, por 5000 millones. Su objetivo es obtener más clientes para su negocio de computación en la nube, un sector en el que tiene una fuerte competencia por parte de Microsoft y Amazon.
Otra fue la compañía Adobe, que en el mes de septiembre compró la startup de diseño Figma por 20.000 millones. Si bien al anuncio le siguió una baja en el valor de sus acciones, esta decisión perpetúa el posicionamiento de Adobe en el mundo del diseño, presentando una gran oportunidad para invertir en ella y adquirir beneficios a mediano y largo plazo.
Sin dudas, el futuro de estas empresas promete. Por eso, si quieres invertir en ellas de manera práctica, fácil y segura, te recomendamos comenzar con una plataforma sencilla para principiantes como eToro, donde podrás encontrar sus acciones.
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